Una Noche En El Infierno
Berta Herrera, El Pais
En el infierno de la sala Revolver actuó Suede, última y más sonada aparición-revelación de banda inglesa de los últimos años. La noche de su primer concierto en Madrid se convirtió en una tortura tanto para el público que acudió como para los cuatro componentes del grupo, que soportaron un calor asfixiante entre sudores propios de un desierto.Suede, con sólo tres singles y un elepé recién publicado, titulado como el grupo, ha logrado ser, junto a The Auters, uno de los grupos que más están dando que hablar en la prensa musical inglesa y, por inercia consecuente con el todopoderoso imperio musical anglosajón, en la nacional.
El motivo es el cambio; la avalancha del sonido grunge y la decepción del sonido manchester, desinflado en muy poco tiempo, han abierto de par en par las puertas de la expectación a esta banda.
Suede
Bernard Butler, guitarra; Brett Anderson, voz; Mat Osman, bajo, y Simon Gilbert, batería. The Revolver Club. Martes, 11 de mayo, a las 22.30. Entradas: 1.800. Lleno.La ambigüedad, representada a primera vista en la carátula de su disco con dos chicos-o-chicas besándose, quedó patente en el estar de Brett Anderson sobre el escenario. Suede tienen dos ases bien amarrados y de indiscutible calidad en la banda: la guitarra de Bernard Butler, intensa y llamativa como la de quien, sin duda, fue uno de sus maestros, Marc Bolan, y la voz de Anderson, afeminada, ambigua y juguetona, pero perfectamente encajada en la búsqueda de la sinuosidad pertinente. Una hora escasa de concierto con el repaso de sus singles y de su único elepé dejó resueltas algunas incógnitas. El directo de Suede tiene calidad; sonido e interpretación resultaron potentes y atractivos.
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